Su cuerpo se divide en cefalotórax y abdomen.
Entre sus principales características se encuentra que éstos tienen cuatro pares de patas y no poseen ni antenas ni alas.
Los arácnidos recurren a la respiración aérea, contando con tráqueas, filotráqueas o ambos órganos de manera simultánea. Respecto a la circulación, tienen dos corazones que se sitúan en una especie de tubo.